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Han llegado cada uno con su peluche preferido en la mano. Hoy es un día especial para los alumnos de Educación Infantil del colegio Arcadia de Villanueva de la Cañada (Madrid). Tienen cinco años y van a llevar a su osito al médico por primera vez. Unos cincuenta estudiantes de Medicina de la Complutense les esperan con la bata puesta y el fonendo al cuello para que pierdan el miedo a los médicos.

La experiencia, que se repite por segundo año en la capital, está organizada por la asociación de Estudiantes de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid IFMSA-Complutense; en colaboración con la Casa del Estudiante y el patrocinio de Puleva. "La idea es que vean la consulta como algo cercano", explica Enrique Sanz, uno de los coordinadores, mientras el primer grupo de 'pacientes' sale de la sala de espera, donde han estado jugando y cantando con dos osos de peluche de tamaño humano, que se parecen mucho a dos alumnas de Segundo de Medicina.

Sin soltar al peluche en ningún momento, Carlota, Sandra, Daniel, y los 10 niños del primer grupo entran en la consulta. Cada uno de ellos tiene que explicarle al médico qué le pasa a su osito; y aunque el año pasado hubo algún caso de apendicitis y hasta de lupus, lo más frecuente en esta edición es el dolor de tripa (seguido de los dientes que se caen por tomar demasiadas chucherías).

"¿Cuántos años tiene tu osito? Señálame dónde le duele. ¿Duerme bien?", le pregunta una doctora con fonendo rosa al cuello a una de las visitantes; mientras Daniel, en otra mesa, ausculta a su oso Lorenzo. Con la historia clínica bien apuntada en una hoja, pasan a la sala de curas, donde toca vendar los brazos, piernas y cabezas rotas.

Eva, una de las profesoras que les acompaña, les ha preparado antes en clase para explicarles la visita al médico; aunque confiesa que está impaciente por hablar con ellos por la tarde, "cuando salen todas las impresiones de lo que están viendo". Aunque la idea era perder el miedo al médico, los niños no parecen muy asustados con las batas blancas y los pijamas verdes del quirófano, la última parada de la mañana.

Lorena pasa con su oso 'Peludo' al quirófano, donde una radiografía confirma que tiene un golpe en la cabeza. Debidamente pertrechados con bata, gorro, guantes (algo grandes para su talla) y mascarilla, los niños acaban la mañana disfrazados de médicos y operando a sus mascotas. Antonio, que opera al suyo de una pierna rota, tiene claro que él quiere ser médico de mayor, aunque no se sabe si tendrá algo que ver el ejercicio de hoy o el hecho de que su madre sea enfermera.

La idea del hospital de ositos (Teddy bear en inglés), está exportada de otas partes del mundo, donde hace años que se celebran estas iniciativas para familiarizar a los niños con las batas blancas.

En España, casi todas las facultades cuyos estudiantes pertenecen a la federación IMFSA han realizado experiencias de este tipo; de Zaragoza a Valladolid, pasando por Oviedo o Granada y todas las provincias catalanas. En Reús, por ejemplo, la iniciativa forma ya parte del programa educativo de los escolares de infantil tal y como explica Mireia García-Villarrubia Muñoz, de la Asociación de Estudiantes de Ciencias de la Salud (AECS).

"Hemos recibido incluso varios premios del Ayuntamiento por la labor de promoción de la salud", explica Mireia. Ahora, el problema "es cómo evaluar su validez, cómo medir objetivamente lo que nos cuentan los padres, que en lugar de llorar en la consulta del médico se lo pasan bien".

En la universidad alemana de Greifswald también celebran esta experiencia desde 2004, como explica a elmundo.es una de sus organizadoras, Dana Stumpf. "Lo hacemos una semana al año, con el doble objetivo de que los niños pierdan el miedo a los doctores y las terapias médicas, y al mismo tiempo para que los estudiantes se familiaricen con pacientes tan pequeños y aprendan cosas que no están en los libros".

Sólo en 2008, 900 niños de tres a seis años pasaron por la consulta para examinar a sus osos de peluche; lo que ha convertido a este programa "en uno de los modelos de educación y prevención más firmes de nuestra institución", apunta Dana.

La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) batió el pasado sábado 28 de marzo su récord de actividad diaria, al coordinar 32 trasplantes en ocho comunidades autónomas, procedentes de 13 donaciones multiorgánicas, según informó este jueves en un comunicado el Ministerio de Sanidad y Consumo.

Este operativo, realizado en tan sólo 24 horas, fue posible gracias a la generosidad de 13 familias, lo que permitió trasplantar 33 órganos, de los que se beneficiaron 32 pacientes. Además, apuntó que tres de los 13 donantes eran extranjeros y sólo uno de ellos falleció en accidente de tráfico.

De todos los trasplantes efectuados, 20 fueron de riñón, diez de hígado, uno de corazón y uno doble de páncreas con riñón. Por otra parte, dos de los pacientes trasplantados estaban en urgencia cero y de no haber recibido un órgano entre 24 y 48 horas podrían haber fallecido.

Según destacó, el dispositivo puesto en marcha por la ONT "ha puesto de manifiesto, una vez más, la implicación y la solidaridad de toda la sociedad española en materia de donación y trasplantes". A su vez, recordó que esta solidaridad es la que ha situado a España como líder mundial en materia de trasplantes, con una tasa de donación de 34,2 donantes por millón de personas.

La ONT contó para esta tarea con la colaboración de diferentes organismos públicos y privados, entre ellos, seis aeropuertos civiles, un aeropuerto militar, servicios de emergencias 112 de varias comunidades autónomas y SUMA y Mossos d`Esquadra.

¿Cómo que duérmete niño que vendrá el coco y te comerá? Esto es lo que se preguntan grupos como Standstill, Love Of Lesbian, Vetusta Morla, Miqui Puig, Nena Daconte y otros artistas españoles en un proyecto dedicidido a reinventar las nanas de manera comprometida. Pop, rock, folk e incluso rap son los géneros que los autores de estas nuevas nanas, no sólo novedosas sino solidarias, han utilizado para recaudar fondos para la infancia. Y es que las canciones de cuna se podrán descargar en Internet a partir del día 22 de mayo en una acción benéfica innovadora a favor de Aldeas Infantiles.

Las descargas solidarias de estas nanas cantadas por distintos grupos de la escena musical española se podrán hacer a través de la web www.supernanas.org a un precio de un euro por canción, dinero que irá destinado a Aldeas Infantiles SOS, na federación internacional de asociaciones que integra 132 países y cuyo objetivo es la ayuda a la infancia.

Se trata de un proyecto benéfico innovador titulado Supernanas impulsado por TheLoveComes Foundation, fundación internacional radicada en Barcelona que reclama una reinvención de la manera de hacer solidaridad a través de proyectos de comunicación sobre problemas sociales.
Tantas nanas como estilos

Los distintos artistas aportan al proyecto una nana dentro de su estilo, y entre las canciones de cuna propuestas se encuentran temas compuestos para el proyecto, adaptaciones o piezas tradicionales.

Las canciones estará interpretadas y firmadas por Standstill, Love Of Lesbian, Vetusta Morla, Sidonie, Facto Delafé y las Flores Azules, Amaral, Giulia y los Tellarini, Zahara y María Villalón, entre otros.

Algunas de las descargas solidarias y de los grupos participarán en tres conciertos presenciales que se celebrarán en Barcelona el 31 de mayo en el festival Primavera Sound y el 2 de junio en el Teatro Apolo de Barcelona, y más tarde en la Noche Blanca de Madrid, según ha informado un portavoz de TheLoveComes Foundation.

El hecho ha ocurrido en una ciudad de Nebraska, donde vive el pequeño Tustin Mains con su familia. El niño, que iba en el asiento delantero junto a su padre, tomó el volante y evitó el choque con otros vehículos, según publicó el periódico Northplatte de Nebraska.

A unos 25 kilómetros por hora el niño mantuvo el control del monovolumen por varias calles hasta que unos testigos llamaron a la Policía.

Los agentes alcanzaron el coche y tras una maniobra, porque las ventanillas estaban cerradas, entraron dentro del vehículo hasta detenerlo.

A Tustin los pies no le llegaban al acelerador, ni al freno pero mantuvo la dirección correcta del coche "evitando una tragedia", según reconocieron los Policías que participaron en el rescate.

El niño por su parte, aseguró que "tuvo mucho miedo", cuando su padre cayó desmayado, cuando tuvo que agarrar el volante y hasta cuando el agente apareció en la ventanilla para ayudarlo".

Se trata de un tratamiento terapéutico, pero también educativo y recreativo. Acompañamos a un grupo de discapacitados de la Asociación Aspaym de Burgos al Centro Ecuestre Reprise. Allí acuden una vez a la semana. Entre los enfermos hay personas con todo tipo problemas: discapacidad intelectual, envejecimiento prematuro, ausencia de motivación, aislamiento, falta de psicomotricidad, de comunicación, dificultades de comportamiento, síndrome de Down, esclerosis múltiple… el rango es muy amplio, pero a todos ellos la equinoterapia les trae beneficios.

La jornada comienza con la toma de contacto con el caballo: le cepillan, le limpian los cascos, le colocan la montura, el ramal… Después le conducen al picadero donde se inician los ejercicios. Uno por uno se sube al caballo para practicar su equilibrio, su elasticidad, su coordinación, sus reflejos… son movimientos sencillos como estirarse a tocar las orejas del equino o hacer un círculo con ambos brazos en el aire a lomos del caballo. Pero traducidos a la rutina cotidiana de estos enfermos, puede servirles para ser un poquito más independientes: desde atarse los cordones de sus zapatos a coger un plato o una cuchara. Lo que aparentemente es un pequeño paso, se convierte para ellos, un paso de gigantes.

El proceso de aprendizaje es lento. Lo comprobamos con María Ángeles, “la jefa”, que hoy no tiene ganas de subirse al caballo, aunque finalmente termina haciéndolo. No hay que obligarles, como explica Tamara León, la instructora del centro ecuestre, cada uno tiene su ritmo de aprendizaje. Con tiempo y paciencia se pueden lograr grandes avances: “yo he estado haciendo un curso de jinetes paraecuestres y he visto casos de jinetes que estaban en silla de ruedas y ahora se pueden mover solos, con dificultad, con muletas, pero se mueven”.

La elección del animal para la terapia es fundamental, tienen que ser caballos de escuela, de carácter noble, avanzada edad y tranquilos, que estén acostumbrados a muchas manos y no se asusten fácilmente ante un ruido, una patada o un tirón inesperado.

La equinoterapia no sólo mejora la movilidad de estos enfermos, también les trae beneficios en su sociabilidad, su autocontrol, sus reflejos o incluso, su comportamiento o su comunicación. La relación con los animales les motiva, les estimula, les entretiene y les divierte. Tamara nos explica cómo al llegar al centro ecuestre se olvidan de sus preocupaciones: “hay días que llegan enfadados, por ejemplo, Richie si ha perdido sus cartas (la baraja le acompaña a todas partes), pero en cuanto ven a los perros o a los caballos les cambia totalmente la cara”. Nosotros lo hemos comprobado, les presentamos a Goyo, Ramonet, Richie, Esperanza, Carmen, María Ángeles (apodada “la jefa” porque hace de guía al caballo durante los ejercicios y también por su temperamento) y Félix en una jornada de equinoterapia.