Miguel Angel, Arquitecto Militar
2 participantes
Página 1 de 1.
Miguel Angel, Arquitecto Militar
Como vengo leyendo desde hace un rato una biografía estupenda de Irvin Stone ("La Agonía y el Extasis"), me temo que ando con todo el berretín con Miguel Angel. En todo caso, si llego a cansar, tírenme con algo.
A lo mejor una de las facetas menos conocidas del tipo, que como varios por aquél entonces era bastante polifacético, fué su aventura como arquitecto de defensa (o, pa decirlo en difícil: poliorcético). En todo caso, puede ser interesante curiosearla un poco.
Resulta que en mayo de 1570 se armó en Florencia una revolución que rajó a los Medici del gobierno. En realidad la mayoría de los cronistas están de acuerdo en que éstos eran Medicis de medio pelo (mediocres descendientes de tipos como Cósimo o Lorenzo Il Magnífico), a los que parece que no les distinguía ninguna virtud para el gobierno, la estrategia ni nada. Eran, eso sí, parientes del Papa Clemente VII. Los gobernantes depuestos eran Hipólito y Alessandro, y eran sobrinos del papa. Después de la revuelta, Clemente preparó un ejército para restablecerlos en el poder, y se sentó a esperar el momento más adecuado para el ataque.
Hay que decir que Miguel Angel estaba del lado de los revolucionarios, y hasta había sido invitado a ser asrtista oficial de aquél gobierno. Sin embargo, cuando la cosa se puso más fulera, Carducci, que estaba al manso, vino a notar que sus talentos (los del artista, digo) estaban medio que desperdiciados, y se le ocurrió nombrarlo Jefe de Fortificaciones. Teniendo en cuenta que el artista ya se había mostrado, en su oportunidad, como un arquitecto considerable, la idea no hubiera estado tan mala, pero sucede que todas estas cuestiones relacionadas con la defensa, la construcción de murallas y todo eso, eran un capítulo que Miguel Angel desconocía bastante, por no decir del todo.
El caso es que, a causa de todo esto, se tuvo que relacionar con Malatesta Baglioni, que era un general de los ejércitos florentinos. En realidad el tipo era un condottiero, o sea, un mercenario; un hombre que, como tantos, asumía la defensa de un estado sin el menor sentimiento patriótico, solamente por la guita.
Apenas se conocieron se detestaron. Miguel Angel le despreciaba porque lo consideraba bastante sádico y con vocación de traidor, y el otro le devolvía el cumplido, acusándolo de ser un estratega improvisado, que pretendía tratarle como a un igual, en lugar de plegarse a sus berretines.
En realidad, el trabajo de Miguel Angel se hacía difícil. Por ejemplo, para construír las murallas, a veces se veía obligado a demoler algunas casas de los barrios periféricos, lo que lógicamente, hacía que los vecinos no le consideraran, precisamente, santo de su devoción, sin contar con que además debía defender otras localidades cercanas, y esto le obligaba a andar de un lao pal otro, al galope largo, controlando trabajos, estimulando a los obreros, corrigiendo planos y meteduras de pata, y todo eso. Encima era ya un tipo cincuentón, que, la verdad, debía de estar bastante podrido de tantos trajines, sobre todo porque lo distraían de su arte. Para colmo, también se veían obligados a trabajar a toda prisa, porque los ejércitos papales ya estaban listos, y no atacaban vaya a saber porqué, pero podían caer en cualquier momento.
Es de imaginar que no la estaría pasando nada bien, y sin embargo, a pesar de eso, no le faltó tiempo para echarle un ojo al Malatesta, y le pareció que las medidas que tomaba el condottiero eran al menos sospechosas. Le fué con el cuento a un tal Carducci, que era el que movía el guisado, pero éste le ignoró, pensando que actuaba impulsado por los celos. En realidad, el único que escuchó aquellos reclamos fué el propio Malatesta, que desde ese momento se la juró, y comenzó a planear con sus hombres un complot pa sacárselo de encima.
Una tarde, mientras laburaba en Maragnato, Miguel Angel fué advertido de estas intenciones, y ni lerdo ni perezoso, se las tomó. Se fué para Venecia, donde lo recibieron con honores y hasta le ofrecieron la oportunidad de pasar allí el resto de sus días, con una paga estupenda, un estudio adecuado y un buen curro, cosas que el pobre Miguelángelo no había tenido casi nunca. Estaba por decir que sí, cuando le vinieron con una noticia horrorosa: Carducci se pensó que Miguel Angel era un traidor, porque los había dejando en banda, y se propuso castigar a los parientes del artista que estaban en Florencia. Desde luego, se volvió más rápido que volando.
Cuando llegó, Malatesta no había consumado aún su traición, el ejército del papa y los Medici se acercaba y poco tiempo después comenzó el sitio de Florencia. Mientras nuestro amigo andaba distraído corriendo de un lado a otro, y protegiendo las obras arquitectónicas y artísticas que consideraba de algún mérito (para lo cual las protegía con colchones), sus pronósticos se cumplieron, las puertas de sus murallas se abrieron de par en par, y los enemigos, gracias a Malatesta, entraron como Pancho por su casa. Todo su trabajo había sido en vano.
Ojalá no les haya aburrido... será hasta otra vez.
A lo mejor una de las facetas menos conocidas del tipo, que como varios por aquél entonces era bastante polifacético, fué su aventura como arquitecto de defensa (o, pa decirlo en difícil: poliorcético). En todo caso, puede ser interesante curiosearla un poco.
Resulta que en mayo de 1570 se armó en Florencia una revolución que rajó a los Medici del gobierno. En realidad la mayoría de los cronistas están de acuerdo en que éstos eran Medicis de medio pelo (mediocres descendientes de tipos como Cósimo o Lorenzo Il Magnífico), a los que parece que no les distinguía ninguna virtud para el gobierno, la estrategia ni nada. Eran, eso sí, parientes del Papa Clemente VII. Los gobernantes depuestos eran Hipólito y Alessandro, y eran sobrinos del papa. Después de la revuelta, Clemente preparó un ejército para restablecerlos en el poder, y se sentó a esperar el momento más adecuado para el ataque.
Hay que decir que Miguel Angel estaba del lado de los revolucionarios, y hasta había sido invitado a ser asrtista oficial de aquél gobierno. Sin embargo, cuando la cosa se puso más fulera, Carducci, que estaba al manso, vino a notar que sus talentos (los del artista, digo) estaban medio que desperdiciados, y se le ocurrió nombrarlo Jefe de Fortificaciones. Teniendo en cuenta que el artista ya se había mostrado, en su oportunidad, como un arquitecto considerable, la idea no hubiera estado tan mala, pero sucede que todas estas cuestiones relacionadas con la defensa, la construcción de murallas y todo eso, eran un capítulo que Miguel Angel desconocía bastante, por no decir del todo.
El caso es que, a causa de todo esto, se tuvo que relacionar con Malatesta Baglioni, que era un general de los ejércitos florentinos. En realidad el tipo era un condottiero, o sea, un mercenario; un hombre que, como tantos, asumía la defensa de un estado sin el menor sentimiento patriótico, solamente por la guita.
Apenas se conocieron se detestaron. Miguel Angel le despreciaba porque lo consideraba bastante sádico y con vocación de traidor, y el otro le devolvía el cumplido, acusándolo de ser un estratega improvisado, que pretendía tratarle como a un igual, en lugar de plegarse a sus berretines.
En realidad, el trabajo de Miguel Angel se hacía difícil. Por ejemplo, para construír las murallas, a veces se veía obligado a demoler algunas casas de los barrios periféricos, lo que lógicamente, hacía que los vecinos no le consideraran, precisamente, santo de su devoción, sin contar con que además debía defender otras localidades cercanas, y esto le obligaba a andar de un lao pal otro, al galope largo, controlando trabajos, estimulando a los obreros, corrigiendo planos y meteduras de pata, y todo eso. Encima era ya un tipo cincuentón, que, la verdad, debía de estar bastante podrido de tantos trajines, sobre todo porque lo distraían de su arte. Para colmo, también se veían obligados a trabajar a toda prisa, porque los ejércitos papales ya estaban listos, y no atacaban vaya a saber porqué, pero podían caer en cualquier momento.
Es de imaginar que no la estaría pasando nada bien, y sin embargo, a pesar de eso, no le faltó tiempo para echarle un ojo al Malatesta, y le pareció que las medidas que tomaba el condottiero eran al menos sospechosas. Le fué con el cuento a un tal Carducci, que era el que movía el guisado, pero éste le ignoró, pensando que actuaba impulsado por los celos. En realidad, el único que escuchó aquellos reclamos fué el propio Malatesta, que desde ese momento se la juró, y comenzó a planear con sus hombres un complot pa sacárselo de encima.
Una tarde, mientras laburaba en Maragnato, Miguel Angel fué advertido de estas intenciones, y ni lerdo ni perezoso, se las tomó. Se fué para Venecia, donde lo recibieron con honores y hasta le ofrecieron la oportunidad de pasar allí el resto de sus días, con una paga estupenda, un estudio adecuado y un buen curro, cosas que el pobre Miguelángelo no había tenido casi nunca. Estaba por decir que sí, cuando le vinieron con una noticia horrorosa: Carducci se pensó que Miguel Angel era un traidor, porque los había dejando en banda, y se propuso castigar a los parientes del artista que estaban en Florencia. Desde luego, se volvió más rápido que volando.
Cuando llegó, Malatesta no había consumado aún su traición, el ejército del papa y los Medici se acercaba y poco tiempo después comenzó el sitio de Florencia. Mientras nuestro amigo andaba distraído corriendo de un lado a otro, y protegiendo las obras arquitectónicas y artísticas que consideraba de algún mérito (para lo cual las protegía con colchones), sus pronósticos se cumplieron, las puertas de sus murallas se abrieron de par en par, y los enemigos, gracias a Malatesta, entraron como Pancho por su casa. Todo su trabajo había sido en vano.
Ojalá no les haya aburrido... será hasta otra vez.
Ader- N00B
-
Cantidad de envíos : 79
Edad : 56
Fecha de inscripción : 26/04/2009
Re: Miguel Angel, Arquitecto Militar
A mi no me ha aburrido para nada. Muy interesante todo lo que mencionas Ader, como siempre.
eenriquee- Enteradillo
-
Cantidad de envíos : 2736
Edad : 55
Fecha de inscripción : 19/03/2009
Re: Miguel Angel, Arquitecto Militar
LA VIDA AMOROSA DE MIGUEL ANGEL
Miguel angel mantuvo relaciones con diversos jóvenes, como Cecchino dei Bracci. Al fallecimiento de Bracci en 1543, Miguel Ángel le diseña la tumba, en la iglesia de Santa María in Aracoeli de Roma, y encargó que la realizase a su discípulo Urbino.
También Giovanni da Pistoia, joven y bello literato, fue durante un tiempo íntimo amigo, y es posible que mantuviera una relación amorosa con Miguel Ángel en la época que empezó a pintar la bóveda de la Capilla Sixtina; como queda reflejada en unos sonetos muy apasionados que Giovanni le dedicó.
Igualmente destacan los nombres de los siguientes mancebos como amantes de Miguel Angel: Urbino, Luiggi del Riccio, Febo di Poggio y Gherardo Perini.
Pero de todos sus acompañantes, el nombre que resalta por encima de todos es el de Tomasso Cavalieri.
A Tomasso lo conoció Miguel Ángel a finales de 1532, cuando Tomasso tenía 17 años y Miguel Ángel 57, y la amistad se fue dando entre ellos de manera paulatina, pasando de lo espiritual a lo carnal y viceversa.
Saludos
Miguel angel mantuvo relaciones con diversos jóvenes, como Cecchino dei Bracci. Al fallecimiento de Bracci en 1543, Miguel Ángel le diseña la tumba, en la iglesia de Santa María in Aracoeli de Roma, y encargó que la realizase a su discípulo Urbino.
También Giovanni da Pistoia, joven y bello literato, fue durante un tiempo íntimo amigo, y es posible que mantuviera una relación amorosa con Miguel Ángel en la época que empezó a pintar la bóveda de la Capilla Sixtina; como queda reflejada en unos sonetos muy apasionados que Giovanni le dedicó.
Igualmente destacan los nombres de los siguientes mancebos como amantes de Miguel Angel: Urbino, Luiggi del Riccio, Febo di Poggio y Gherardo Perini.
Pero de todos sus acompañantes, el nombre que resalta por encima de todos es el de Tomasso Cavalieri.
A Tomasso lo conoció Miguel Ángel a finales de 1532, cuando Tomasso tenía 17 años y Miguel Ángel 57, y la amistad se fue dando entre ellos de manera paulatina, pasando de lo espiritual a lo carnal y viceversa.
Saludos
eenriquee- Enteradillo
-
Cantidad de envíos : 2736
Edad : 55
Fecha de inscripción : 19/03/2009
Temas similares
» Miguel Angel, víctima del Arettino
» ¿Quien es tu angel?
» ¿Qué estás escuchando AHORA mismo?
» Un psiquiatra militar mata a 12 soldados en una base de Texas
» Tus grupos favoritos
» ¿Quien es tu angel?
» ¿Qué estás escuchando AHORA mismo?
» Un psiquiatra militar mata a 12 soldados en una base de Texas
» Tus grupos favoritos
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.