LA LABOR DE LAS PROTECTORAS DE ANIMALES

Con permiso de la autora del articulo, lo pongo por aqui

La labor que llevan a cabo las protectoras de animales es apenas conocida por la inmensa mayoría de los ciudadanos. Existe muy poca difusión respecto a las tareas que se llevan a cabo en los centros de acogida. Tal vez porque estos centros suelen estar en zonas alejadas de las ciudades, en la periferia. También por falta de recursos para una correcta propaganda. Es básico para concienciar a la población en contra del abandono y a favor de la adopción que se den a conocer las condiciones de los animales en estos centros: cómo se traba con ellos, las tareas de los voluntarios, que gastos y necesidades hay que cubrir...

Hay muchos mitos y falsas leyendas surgidos en asociaciones puntuales (parecen mas casas de los horrores que protectoras de animales) que se han extendido y restado crédito a otras que realmente trabajan duro para sacar adelante a los animales abandonados. Por eso es importante que aquellas protectoras donde el bienestar de los animales es el principal objetivo se acerquen al público. La concienciación y difusión son tareas bastante infructuosas e ineficaces, motivo por el cual algunos preferimos dedicar el poco tiempo disponible al trabajo directo con los animales (mucho más agradecido).

Por otra parte explicar que los centros de acogida de animales son un "lugar de paso" para animales abandonados. No son hoteles, ni residencias vacacionales. Son lugares normalmente con poquísimos recursos y altamente superpoblados. No son lugares donde "aparcar" a nuestra mascota durante las vacaciones, ni son la salida para camadas no deseadas. Un refugio de animales es el alojamiento temporal de un animal abandonado. Siempre que se pueda evitar que llegue al centro debe hacerse.

Demasiadas veces este alojamiento temporal se convierte en alojamiento permanente, y en muchas ocasiones es la última oportunidad de un animal. Las tareas de la protectora en este sentido se centran en dar cobijo y alimento, las mejores condiciones higiénicas y sanitarias posibles y atención veterinaria. El trabajo del voluntario, aquí llego al punto mas importante y a la vez desconocido, es proporcionar cariño y atención emocional. Porque esta tarea no tiene precio, es voluntaria y no remunerada. Si bien, lo principal es el alimento y la atención clínica, a largo plazo la tarea de integrar y socializar a un animal es esencial. Un perro o un gato que llegue al refugio tras cualquier experiencia de abandono y no reciba el tratamiento adecuado no sobrevivirá. Un perro o un gato que no reciba el cariño que necesita, no será adoptado. Por eso los voluntarios tratamos a cada animal como si fuera propio. Precisamente porque hay muchos más animales que voluntarios no se dispone del tiempo necesario para que todos y cada uno reciban una atención personalizada. Lo idóneo sería que hubiera tres veces más voluntarios con lo cual tendríamos en el refugio animales que sufrirían menos y vivirían más y mejor.

Por último, y respecto a la adopción, es importante que la gente se acerque al centro y vea en primera persona los cerca de cuatrocientos perros y treinta gatos que allí esperan como última alternativa un hogar. Hay historias tan variadas como cantidad de animales que han llegado allí, y por desgracia, la mayoría no son historias bonitas, y muchas no tienen o tendrán un final feliz. Ahí es donde interviene el adoptante. En darle un final feliz, una última esperanza al que ha llegado allí deshauciado por todos y olvidado por la sociedad. El que llegó a un hogar como regalo de navidad y creció, el que pasó meses vagando por las autopistas y fue atropellado, el que llegó pendiendo de un hilo de vida y se salvó por muy poco, el que nunca conoció el cariño, el que solo recibió golpes... Todos y cada uno merecen otra oportunidad, la que se les negó. No se trata de hacerles un favor, sino de devolverles lo que una mala concienciación social les robó. Muchos de estos animales son fruto de camadas no deseadas, y sus años de sufrimiento en el centro o en las calles se hubieran evitado con una esterilización. Otros son fruto de un capricho.

Antes de regalarle un cachorro a su hijo o sobrino, acérquese a la protectora. Si hay una posibilidad entre un millón de que ese cachorro acabe allí, regálele un peluche. Antes de comprarse un shar pei o un shitzu de pedigree, vaya al centro. Si ninguna de las miradas de tristeza, o de las orejillas atentas le conmueve como para llevarse un animal a casa, es mejor que no se haga cargo de ningún ser vivo.

Antes de gastar 200 euros en un gato persa, pase por el refugio. Si ninguno de nuestros gatos, de todas las edades, tamaños, colores y caracteres se adapta a su gusto, tal vez debería plantearse si quiere un gato o un adorno.

Si adoptas un animal salvas dos vidas. La del animal que está esperando esa última oportunidad y la de aquel que estando en la calle podrá entrar a ocupar la nueva plaza.

Si no puedes adoptar, piensa en el dinero que se gasta al día en las vacunas, medicamentos, operaciones, comida, instalaciones, limpieza... de 400 perros y 30 gatos y anímate a ayudar.

O tal vez te sientas más útil dedicando unas horas a la semana a hacer más agradable la estancia de los animales en el centro y ayudar a su posible futura adopción.

capitan toni escribió:Con permiso de la autora del articulo, lo pongo por aqui

La labor que llevan a cabo las protectoras de animales es apenas conocida por la inmensa mayoría de los ciudadanos. Existe muy poca difusión respecto a las tareas que se llevan a cabo en los centros de acogida. Tal vez porque estos centros suelen estar en zonas alejadas de las ciudades, en la periferia. También por falta de recursos para una correcta propaganda. Es básico para concienciar a la población en contra del abandono y a favor de la adopción que se den a conocer las condiciones de los animales en estos centros: cómo se traba con ellos, las tareas de los voluntarios, que gastos y necesidades hay que cubrir...

Hay muchos mitos y falsas leyendas surgidos en asociaciones puntuales (parecen mas casas de los horrores que protectoras de animales) que se han extendido y restado crédito a otras que realmente trabajan duro para sacar adelante a los animales abandonados. Por eso es importante que aquellas protectoras donde el bienestar de los animales es el principal objetivo se acerquen al público. La concienciación y difusión son tareas bastante infructuosas e ineficaces, motivo por el cual algunos preferimos dedicar el poco tiempo disponible al trabajo directo con los animales (mucho más agradecido).

Por otra parte explicar que los centros de acogida de animales son un "lugar de paso" para animales abandonados. No son hoteles, ni residencias vacacionales. Son lugares normalmente con poquísimos recursos y altamente superpoblados. No son lugares donde "aparcar" a nuestra mascota durante las vacaciones, ni son la salida para camadas no deseadas. Un refugio de animales es el alojamiento temporal de un animal abandonado. Siempre que se pueda evitar que llegue al centro debe hacerse.

Demasiadas veces este alojamiento temporal se convierte en alojamiento permanente, y en muchas ocasiones es la última oportunidad de un animal. Las tareas de la protectora en este sentido se centran en dar cobijo y alimento, las mejores condiciones higiénicas y sanitarias posibles y atención veterinaria. El trabajo del voluntario, aquí llego al punto mas importante y a la vez desconocido, es proporcionar cariño y atención emocional. Porque esta tarea no tiene precio, es voluntaria y no remunerada. Si bien, lo principal es el alimento y la atención clínica, a largo plazo la tarea de integrar y socializar a un animal es esencial. Un perro o un gato que llegue al refugio tras cualquier experiencia de abandono y no reciba el tratamiento adecuado no sobrevivirá. Un perro o un gato que no reciba el cariño que necesita, no será adoptado. Por eso los voluntarios tratamos a cada animal como si fuera propio. Precisamente porque hay muchos más animales que voluntarios no se dispone del tiempo necesario para que todos y cada uno reciban una atención personalizada. Lo idóneo sería que hubiera tres veces más voluntarios con lo cual tendríamos en el refugio animales que sufrirían menos y vivirían más y mejor.

Por último, y respecto a la adopción, es importante que la gente se acerque al centro y vea en primera persona los cerca de cuatrocientos perros y treinta gatos que allí esperan como última alternativa un hogar. Hay historias tan variadas como cantidad de animales que han llegado allí, y por desgracia, la mayoría no son historias bonitas, y muchas no tienen o tendrán un final feliz. Ahí es donde interviene el adoptante. En darle un final feliz, una última esperanza al que ha llegado allí deshauciado por todos y olvidado por la sociedad. El que llegó a un hogar como regalo de navidad y creció, el que pasó meses vagando por las autopistas y fue atropellado, el que llegó pendiendo de un hilo de vida y se salvó por muy poco, el que nunca conoció el cariño, el que solo recibió golpes... Todos y cada uno merecen otra oportunidad, la que se les negó. No se trata de hacerles un favor, sino de devolverles lo que una mala concienciación social les robó. Muchos de estos animales son fruto de camadas no deseadas, y sus años de sufrimiento en el centro o en las calles se hubieran evitado con una esterilización. Otros son fruto de un capricho.

Antes de regalarle un cachorro a su hijo o sobrino, acérquese a la protectora. Si hay una posibilidad entre un millón de que ese cachorro acabe allí, regálele un peluche. Antes de comprarse un shar pei o un shitzu de pedigree, vaya al centro. Si ninguna de las miradas de tristeza, o de las orejillas atentas le conmueve como para llevarse un animal a casa, es mejor que no se haga cargo de ningún ser vivo.

Antes de gastar 200 euros en un gato persa, pase por el refugio. Si ninguno de nuestros gatos, de todas las edades, tamaños, colores y caracteres se adapta a su gusto, tal vez debería plantearse si quiere un gato o un adorno.

Si adoptas un animal salvas dos vidas. La del animal que está esperando esa última oportunidad y la de aquel que estando en la calle podrá entrar a ocupar la nueva plaza.

Si no puedes adoptar, piensa en el dinero que se gasta al día en las vacunas, medicamentos, operaciones, comida, instalaciones, limpieza... de 400 perros y 30 gatos y anímate a ayudar.

O tal vez te sientas más útil dedicando unas horas a la semana a hacer más agradable la estancia de los animales en el centro y ayudar a su posible futura adopción.

Fantástico no tengo palabras, estoy de acuerdo en todo, soy miembro de una protectora y la verdad es que todo lo que hay en este texto es real y cierto lamentablemente la gente adquiere animales de adorno, al dejar de hacer gracia son abandonados, entre todos debemos cambiar eso.
Capitan toni veo que tienes las mismas inquietudes que yo.
:magreo:

Capitan, lo has clavado

Es lo mismo que pienso yo, y mica, deacuerdo contigo tambien.

Yo siempre preferi perros que regalan, o abandonados, lo mismo con los gatos ( el mio se libro de ser comida de una piton)

Vaya Telele cuanto tiempo, besotes castos :alegria:

Jejeje :dame:

Me alegro mucho de que en este tema pensemos igual, la autora del articulo es una compañera de este foro de gatos en el que tambien suelo escribir; http://gatoteca.mforos.com/

Le transmito de vuestra parte las felicitaciones

Si capitan hazlo se las merece esa amiga tuya ah y dile que estaré encantada de leerla más veces acerca de este tema, y aqui estoy para lo que haga falta ok?

Ok, se lo dire, nos leemos mica